Witness Visual Storytellers, más allá de la fotografía.

Witness Visual Storytellers, más allá de la fotografía.

Entre los días 14 y 19 de diciembre de 2022 se desarrolló en la Habana el «Witness Photoworkshop Cuba», un taller fotográfico organizado por la agencia Witness Visual Storytellers, que tuvo como temas fundamentales la fotográfica documental, storytelling, ensayo fotográfico, composición, edición, trabajo de campo entre otros, y como actividad central documentar la celebración de San Lázaro, una de las tradiciones de fe más importantes en la cultura cubana.

Eran los primeros días de septiembre de 2022, cuando veo por mi feed de Instagram que la agencia Witness Visual Storytellers abría una convocatoria para un taller de fotografía que se realizaría en La Habana a mediados de diciembre.

Al revisar quienes eran los integrantes de la agencia Witness y que a su vez impartirían las conferencias y talleres, no lo pensé dos veces y mandé mi solicitud de matrícula con la esperanza de obtener uno de los veinte cupos que estaban disponibles para cubanos. Nada más y nada menos que Raul Cañibano, uno de mis referentes en la fotografía cubana, un hombre que me ha encantado conocer por su sencillez y afabilidad. Junto a él Ricardo Azarcoya, explorador de National Geographic, y a partir de ahora, un gran amigo, Alain Pantaleón, un tipo genial, que te empuja a ser mejor en cada momento, un cubano en toda regla y Erika Balestra, alma y luz de todo.

Gratísima sorpresa me llevé cuando el día primero de noviembre recibo la confirmación de que mi solicitud había sido aceptada, y es entonces que comienza toda esta aventura.

Hay que contar una historia

No voy a hablar aquí sobre fotografía, sino más bien del verdadero mensaje que me he llevado al conocer a estas grandes personas que mencioné antes. Porque no es ver la fotografía como el mero hecho de captar una instantánea, que quede bien encuadrada, técnicamente perfecta, eso de nada sirve si no cuenta una historia, si no se habla de alguien, o de un hecho específico.

Debemos comenzar a usar la fotografía como instrumento para generar conciencia, contar verdaderas historias, desperar emociones.

Debemos comenzar a usar la fotografía como instrumento para generar conciencia, contar verdaderas historias, desperar emociones.

Otro punto importantísimo es, en palabras de Rikky Azarcoya, la lista del Cero Talento, donde virtudes como la puntualidad, amabilidad, honestidad, ética profesional y sobre todo trabajar con humildad, nos harán mejores fotógrafos y mejores seres humanos. Porque podremos ser técnicamente muy buenos, pero si no llevamos estas virtudes con nosotros, nunca obtendremos los accesos necesarios para entrar en la vida de las personas.

Este taller fotográfico, ha sido para mi, y me atrevo a asegurar que para muchos de los que asistimos a él, una lección de humildad y gran enseñanza de vida.

Visita al Santuario Nacional de San Lázaro

La actividad central del taller fue visitar el Santuario Nacional de San Lázaro, con el objetivo de documentar la peregrinación y misa que miles de fieles dedican cada año por esta fecha a este Santo Milagroso.

Para mi fue una experiencia extraordinaria, pues aprendimos que debemos involucrarnos con las personas que queremos retratar; o lo que es lo mismo, obtener los accesos para entrar en sus vidas, y así poder plasmar en la fotografía las historias que queremos contar, sus historias.

Descubriendo la verdadera historia

Y así fue. Es fácil ver desde afuera aquello con ojos de espectador que disfruta de un espectáculo grotesco, lo grandioso es conversar con las personas, conocer sus historias y el porqué de aquellos actos aparentemente lacerantes. Porque detrás de cada rodilla hincada en el suelo, de cada vela encendida, de cada ofrenda, de cada lágrima, existe una historia de amor y agradecimiento a partir de un hecho determinado. Los hijos, la familia, los amigos, eran protagonistas de cada relato, y detrás de cada relato se revelaba una luz de gozo y agradecimiento por el milagro concedido.

La familia Witness

Conocer personalmente a los integrantes de la agencia Witness ha sido alucinante. Como he dicho antes en estas líneas que intento esbozar, no solo nos han enseñado sobre fotografía, sino que nos han dado herramientas para la vida.

Familia Witness

La ganancia mayor ha sido la familia que se ha creado al rededor de todo esto. Nuevos amigos y nuevos proyectos vendrán. El próximo año una nueva cita tendremos en La Habana y nuevamente nos reuniremos todos, tanto cubanos como extranjeros y compartiremos las experiencias vividas durante todo el tiempo que dure la espera. Mientras, queda poner en práctica todo lo que estos días nos ha dejado.

Gracias una vez más Witness Visual Storytellers, gracias por ser las excelentes personas que son y por dar tanto sin esperar nada a cambio.